Transformación Digital «for dummies»

De un tiempo a esta parte, se ha puesto muy de moda el término Transformación Digital. Hay perfiles especializados, másters acerca del tema (yo mismo acabo de pasar el ecuador del Executive MBA in Digital Transformation del IEBS) y un sinfín de literatura y contenidos en Internet.

Pero ¿qué es realmente la Transformación Digital? En este artículo explicaré de forma accesible en qué consiste y porqué conviene que las empresas estén familiarizadas con sus conceptos. Un dato al respecto: las empresas que no se digitalicen pronto corren el peligro de desaparecer, así de claro. Nunca, en la historia de los negocios, la supervivencia de una empresa (sin importar su tamaño o éxito actual) había estado tanto en entredicho como lo está ahora.

La Transformación Digital no tiene porqué implicar el uso y abuso de tecnología. Al contrario, tenemos que poner la tecnología a nuestro servicio, usarla para entregar más valor y aumentar nuestra productividad. Como digo en el último párrafo del artículo, la Transformación Digital trata antes de personas que de tecnología, siendo ésta un medio para redundar en una mayor excelencia en todos los aspectos empresariales. Pero sin un cambio cultural, no es posible ningún otro cambio.

La Transformación Digital está vinculada con el progreso de la sociedad, que avanza a pasos agigantados e inexorablemente a nivel tecnológico en todos los aspectos (comunicación e interacciones personales, hábitos de consumo, modo de vida en general). Las empresas, entidades tradicionalmente lentas en cuanto a asimilación de cambios, deben hacer un esfuerzo para adaptarse y seguir siendo competitivas, reinventando en buena medida sus procesos y forma de hacer.

Algunos de los ámbitos que la Transformación Digital propone abordar.

Algunas claves de la (r)evolución digital

  • El mercado es mucho más complejo: gracias a la universalidad de Internet, miles de nuevas marcas y productos surgen cada día, con lo que destacar resulta más complicado. La competencia en cualquier nicho de mercado nos fuerza a que la calidad de nuestras propuestas y el servicio que damos sea intachable, y la estrategia de comunicación para darnos visibilidad y convencer a los consumidores juega un papel crucial.
  • El cliente es mucho más exigente: de nuevo gracias a Internet y a los dispositivos móviles, la información se ha democratizado: el cliente está híper-informado, saturado de propuestas y sólo le convenceremos si realmente le aportamos un valor. Las empresas deben tenerlo presente en todo momento, para poder conectar con ellos de forma más natural y fluida. En este aspecto, el design thinking se basa en empatizar con el cliente para ver dónde tiene necesidades, problemas que solucionar y puntos de dolor con los productos actuales, sirviéndonos de valiosa herramienta para crear y expandir modelos de negocio.
  • Los productos y servicios son cada vez mejores: las vías digitales brindan una capacidad de impulsar los negocios nunca vista hasta ahora, de ahí que haya competidores en todo el globo que siempre irán un paso por delante de nosotros. Por eso, el ciclo de desarrollo de nuestros productos y servicios debe ser revisado y mejorado continuamente y hay que invertir recursos en I+D para no quedarse rezagado ante el avance vertiginoso de la tecnología.
  • La automatización de las tareas ha llegado para quedarse: las personas nos diferenciamos de los robots y ordenadores por nuestra capacidad de pensar. Así, tenemos que dedicar nuestro valioso tiempo a tareas relevantes, delegando en las máquinas el trabajo rutinario, repetitivo y de poco valor añadido. Invertir en tecnología y automatizar nos puede liberar de la carga que suponen esos trabajos, dándonos más tiempo para dedicarnos a lo que más nos aporta y nos realiza.
  • Debemos cambiar la forma de trabajar de la empresa tradicional, basada en conceptos tan obsoletos como el presencialismo, los horarios fijos, la cadena de mando-ordeno, la falta de valores comunicativos internos, la ineficiencia que caracteriza (por inercia de costumbres arraigadas durante siglos) a buena parte de los puestos de trabajo de una oficina… La aplicación de políticas y valores centrados en el empleado, la implicación de éstos, y el uso de la tecnología son claves para optimizar la productividad y, a la vez, mejorar la calidad de vida y la motivación de los mismos. Si queréis saber más podéis visitar este artículo sobre iWorkers y Knowmads, nuevos perfiles muy valiosos para cualquier empresa, o este otro sobre la conveniencia de adaptar nuestros perfiles tradicionalmente especialistas a otros más multidisciplinares.

Esto se acabó: no estamos en el siglo XX. Las personas podemos (y debemos) aportar mucho más valor añadido que el que implica la definición de nuestro puesto de trabajo: todos tenemos nuestra personalidad y experiencia y la empresa debe estar abierta a nuestra colaboración en todos estos aspectos «intangibles».
  • Para que una empresa tenga una mejor capacidad de reacción ante un mundo tan cambiante, la agilidad es la clave a aplicar en muchos de los aspectos: reducir el time-to-market, adaptarnos mejor a los cambios en la relación con nuestros stakeholders (clientes, proveedores, empleados, colaboradores…), aumentar la productividad reduciendo la burocracia y otros generadores de desperdicio (como el exceso de reuniones demasiado largas y frecuentes)… Agile es una filosofía que nació en la industria del desarrollo de software, algo que tradicionalmente es muy complejo y lento pero que, por necesidad, se tuvo que reinventar a sí mismo para ser más eficiente. Esta filosofía actualmente se enseña en Escuelas de Negocio y se empieza a aplicar en multitud de sectores y en Management.
Ejemplo de desarrollo de producto ágil: al contrario que el desarrollo tradicional de productos (metodología waterfall o por etapas), un Mininum Viable Product (MVP) es funcional y potencialmente vendible desde su primera iteración. De esta forma, podemos tener beneficios antes en el ciclo de su desarrollo, mientras que seguimos trabajando en refinar el producto e incrementar su valor añadido.

De acuerdo, pero ¿en qué consiste un proceso de Transformación Digital?

La digitalización de una empresa empieza por revisar su Misión, Visión y Valores, y quizás definir un nuevo propósito de Transformación Masiva. Con los objetivos claros, es preciso elaborar una estrategia que analice los ámbitos a transformar / evolucionar, y a partir de ahí, aplicar las mejoras culturales, metodológicas y tecnológicas necesarias para adecuar todos los aspectos de la compañía al contexto digital.

La transformación es un proceso que tiene un inicio, pero no tiene un final definido: es un estado continuo que siempre deberemos estar midiendo, refinando y pivotando para reaccionar con agilidad ante los cambios de rumbo que debamos hacer. Para ello, es importante aplicar la mejora continua en todos los procesos operativos (aplicando metodologías como Lean Manufacturing o Kaizen entre otras).

Pero el factor de éxito más determinante en cualquier proceso de transformación es el de promover un cambio cultural que genere confianza y motivación en los empleados, que les haga abrazar el cambio como algo que tendrá un impacto positivo en la empresa y en su trabajo, lo que les aportará un engagement con el proceso que les llevará a colaborar y a luchar para que el cambio se produzca. Porque no olvidemos que, aunque el término pueda sugerir lo contrario, la Transformación Digital va esencialmente de personas.

Resultat d'imatges de who wants to change
Todos queremos cambios en el seno de nuestra organización, pero nos cuesta más cuando nos piden que seamos nostros mismos quienes impulsemos dicho cambio. Es conveniente fomentar e impulsar el cambio cultural desde la Dirección.

11 comentarios en “Transformación Digital «for dummies»

  1. Me encanta com has sintetizado lo que es hoy en día la Transformación Digital. Breve pero completo. Saludos Roger. Good Job!

    Le gusta a 1 persona

    1. ¡Mil gracias Marc! La Transformación Digital es un tema que da mucho de sí, lo primero es poner el primer pasito y luego ir avanzando en la consecución de los objetivos marcados en la estrategia. ¡Un saludo!

      Me gusta

  2. Me encanta ,

    breve y muy claro de lo que es y comporta la Transformación Dogital .

    Saludos

    Le gusta a 1 persona

    1. Muchas gracias Enrique, ¡me alegro que te haya gustado!

      Me gusta

  3. Lorena Sánchez 15 abril, 2019 — 12:14 pm

    Explicas de manera sencilla algo muy complejo. Enhorabuena por el artículo. Con tu permiso lo comparto en Linkedin.

    Le gusta a 1 persona

    1. Muchas gracias Lorena! Creo que lo complejo no son estos conceptos, sino ponerlos en práctica. Para hacerlo, se necesita voluntad (el mencionado cambio cultural), trabajo y algo de inversión, para que los negocios prosperen en el panorama digital (e incluso crezcan exponencialmente respecto a la situación previa) hay que contemplar que cosas como la visibilidad, omnicanalidad o la formación de los colaboradores no salen gratis.

      Me gusta

  4. Perfectamente explicado. El cambio cultural en la mentalidad empresarial es el paso más complicado, y el cambiar algo q a sus ojos “ya funciona”

    Le gusta a 1 persona

    1. Correcto Marc, el reto es hacerles ver que si bien «funciona», podría hacerlo mucho mejor.

      Saludos 🙂

      Me gusta

  5. Excelente Roger! Me ha encantado, no pudo haber sido más claro. Lo publicaré en mis redes.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar